A lo largo de la historia se ha sucedido la mala costumbre de matar ballenas para diversos fines. Aunque la práctica continúa, ahora es distinto, esta especie esta en extinción (con lo cual se afronta un gran riesgo) y la mejor opción será tomar conciencia antes de clavarles un arpón a estos indefensos cetáceos. Este mal hábito de cacería a las ballenas con el tiempo se hace cada vez más personalizada. Las pocas e insuficientes medidas para la protección de estos animales son nulas y sirven de poco cuando los balleneros se profesionalizan y hacen su pericia de manera clandestina.
Está claro que en el Perú no existen ballenas, sin embargo me veo en la necesidad de manifestarme en este espacio para de alguna manera evitar estos atropellos. Ya existen varias agrupaciones que luchan contra la barbarie perpetrada a las ballenas y luchan principalmente contra naciones que no muestran ningún interés al respecto como Australia, Japón o Dinamarca (Groenlandia). Desde aquí apoyo la propaganda de pugna contra la matanza de cetáceos.
En la actualidad quedan 640 mil ballenas de las distintas quince especies. Las más amenazadas son las Minke (Balaenoptera acutorostrata y B. bonaerensis). La cifra sigue bajando. Ojalá esto se detenga.
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